Mientras tanto, en Tumaco, Nariño, se reportó otro atentado el día de ayer que ha dejado a la comunidad en estado de shock. Detalles preliminares indican que un artefacto explosivo detonó en un área residencial, causando daños materiales significativos y generando temor entre los residentes locales. Aunque no se reportan víctimas mortales hasta el momento, varias personas resultaron heridas y están siendo atendidas en centros médicos cercanos.
Estos actos de violencia han generado preocupación y consternación en todo el país, especialmente en las regiones afectadas. Las autoridades locales y nacionales han condenado enérgicamente estos ataques y han anunciado medidas para garantizar la seguridad de las comunidades y llevar ante la justicia a los responsables.
Se espera que en las próximas horas se brinde más información sobre la investigación en curso en ambos casos y se implementen medidas adicionales para prevenir futuros actos de violencia en estas áreas vulnerables.
**Conclusión:**
La ola de violencia que ha sacudido el suroccidente colombiano con los ataques en Cali y Tumaco ha dejado a las comunidades en estado de conmoción y consternación. Es crucial que las autoridades continúen trabajando en conjunto con la población para garantizar la seguridad y la paz en estas regiones afectadas y sin personas lesionadas hasta el momento.